17 de noviembre de 2004

Updeteame esta!

Greetings mortals. Se se, soy un vago irresponsable que no updetea nunca su god-forsaken blog. Tengo excusa, sin embargo: en la pasada semana fui abducido por extraterrestres, quienes con total impunidad practicaron toda clase de pruebas y sondeos sobre mi persona. Luego vino la sodomización, aunque eso ya fue de vuelta en la Tierra, por parte de una pandilla de skinheads. En ambos casos sufrí el síndrome de Estocolmo. Hablaremos hoy sobre la familia.
Es sabido que cada familia es un pequeño país (escuchen la canción de Copani para más información). Un país lleno de conflicto, injusticia, desinterés por el prójimo, represión, deudas con los chinos, etc. El lector frecuente de esta página —si es que existe tal— estará felizmente acostumbrado a los siempre encantadores updates de mi coleguilla, donde despedaza inmisericordemente a su familia párrafo tras párrafo, palabra tras palabra. Bien, hoy me toca a mí.



You don’t fuck with the family. The family fucks with YOU!


Se me hace innecesario abundar en detalles nefastos sobre las vidas de estas personas... ok, si, vamos a sacarle el cuero sin asco. Uno por uno, comenzando con:

El Padre fachista: Mi viejo es fantástico. Tiene la increíble —y envidiable— habilidad para hacer política en cualquier momento y situación de la vida. No importa donde, ya sea en la vereda de casa quejándose con los vecinos sobre los afanos, en el cyber explicandole a los pibes por qué en los '90 estábamos mejor, en un remís haciendole saber con sutileza al conductor que el hecho de que hoy esté condenado a manejar un auto para vivir es en gran parte culpa suya, etc. Es derechista hasta la médula, justifica y hasta celebra actos de violencia política, plantea como solución a los problemas argentinos "matar a todos los negros", y toda esa clase de cosas que producen una exposición periódica a Canal 9 y Radio 10. Ahora bien, si vos hablás con cualquier persona de clase media es probable que diga lo mismo, pero en el fondo él y vos saben que no es cierto, que la violencia no soluciona nada y matar siempre es malo. Bueno, mi viejo no. Para él es más que una opinión, es una doctrina. Algo así como la Doctrina de Seguridad Nacional de Onganía, pero con negros a falta de subversivos. Creo que está esperando la oportunidad de matar a alguien; un piquetero cuando menos. Por supuesto todos sus métodos son coercitivos —autoritarios, para el que no entiende. Sus argumentaciones son algo así como máximas. Veamos algun ejemplo de mi traumatizante niñez:

R: "Pá, estoy lleno. No quiero más".
P: "Eso lo comés".
R: "Erhm, lo comería si pudiera, pero estoy lleno. Osea, no hay espacio físico donde pueda meter esa comida".
P: "¿Querés ver como sí hay? Lo pagué, lo comés. Acá la comida no se tira".
R: "... No lo voy a comer".
P: "Elegí, lo comés por la boca o lo comés por el c***".

Hoy por hoy no hace mucho. Básicamente, sostiene una taza de café mientras lee www.seprin.com o se queda en la vereda frente al local viendo pasar los transeúntes, ansioso por comenzar una nueva charla sobre conspiraciones del orden de “cómo este gobierno tiene comprados todos los medios", "cómo los chinos planean invadirnos a través de los negocios de 'Todo x $1,99'" o "cómo Kirchner pacta todas las noches con Mefistófeles, ofreciéndole las almas de los argentinos a cambio de que no se descubran las 500 cuentas multimillonarias que tiene en Cuba, tierra natal de su amigo Fidel Castro, quien envía niños nadando a Miami, cada uno con veinte preservativos llenos de heroína en su estomago, droga que luego será distribuida por Duhalde, quien oportunamente se encontrará en el lugar dando una conferencia sobre ética política titulada 'si roban, que no se note' en compañía de Chavez, quien poseé once centros de detención clandestinos en el jardín de su casa quinta en Córdoba, que como todos sabemos fue comprada en secreto por el gobierno de Venezuela para instalar una plataforma para lanzar misiles balísticos intercontinentales con ojivas llenas de cocaína directo sobre Madrid, Québec y Saigón, en un acto que liberará a toda Sudamérica de la tiranía de las multinacionales como Telefónica, Umbrella inc., Sony y Torneos y competencias, cuyos miembros más destacables son pedófilos homosexuales marxistas adoradores de Satán".



Mi viejo en la reunión anual de su fraternidad (febrero ’97)


La madre irascible: Mi vieja tiene muchas habilidades, siendo la más curiosa de ellas quejarse y gritar a cada momento. No importa lo que yo haga o diga, ella siempre encontrará algo para objetarme. En el mejor de los casos solo me reclamará sobre cosas que no hago; en cualquier otro caso, me gritará, insultará y ordenará cambiar tal o cal aspecto de mi vida. Me reconforta saber que no es solo conmigo; por ejemplo, también les grita a los animales. Quizás mi madre posea aptitudes druídicas de las que no estoy enterado. Es común el siguiente dialogo:

M: (a mi gato Tony)"¡Bajate de ahí! ¿No entendés que NO te podés subir? ¿Sos boludo o te hacés?"
T: "..."
M: "Gato de mierda, tenés tu comida, ¿por qué tenés que saltar en la mesada y oler todo?"
T: "..."
M: "¡Rodrigo, llevate a tu gato roñoso antes de que lo tire a la calle!"
R: "..."

También se está dando un fenómeno bastante serio y en el que reconozco tener parte de la culpa: el cyber es atendido en turnos "supuestamente equitativos" por mi hermano y por mí, pero debido a las libertades que nos tomamos ambos, mi vieja termina usualmente en el Server, cubriendo nuestros puestos. Eso ya es cosa de todos los días y las consecuencias son lógicas. Al estar gran parte del día en el local, pasa menos tiempo en el hogar, por lo tanto en casa no hay nadie para cocinar, lavar y demás cosas de mujeres. Resultado: tengo cada vez menos ropa limpia, peor dieta, casa desatendida... Hace como un mes que no como postre, y como seis o más que no como nada cocinado. Mi dieta se redujo a comida comprada y sobras recalentadas de la comida comprada del día anterior. Eso no es muy bueno para alguien que tiene que engordar, digamos, 15 kgs, y que necesita una dieta sana para no desmayarse a los veinte minutos cuando va al gimnasio, que por cierto cada vez se parece más a una cámara de tortura de la Europa medieval. Con algo de tristeza acuso a mi madre de persona no muy inteligente. Si con mi viejo no puedo hablar mucho debido a su inductivismo asfixiante, con mi vieja tampoco debido a su ignorancia y falta de coherencia. Bueno, estamos hablando de una persona que putea a los cuatro vientos porque no hice la cama, no ordené la plata de la caja, llegué un rato tarde al trabajo, no se arreglar un problema de un juego, elegí una carrera universitaria "para zurdos" (Letras), el gato la mira raro, llueve, la casa es un asco, soy demasiado exquisito para comer (no como galletitas húmedas/viejas/feas), soy un pelotudo, paro de llover, no encuentra sus cigarrillos, pongo la música muy fuerte, no le doy bola, y una interminable lista de etcéteras.



El felino en clara señal de protesta contra la autoridad matriarcal.


El hermano gamer-autista: juju esto me va a salir caro, pero es mi deber como escritor frustrado hacer público cada minúsculo y desagradable aspecto de mi vida y la de los que me rodean.
Toda la vida nos hemos llevado mal mi hno y yo, hasta hace no mucho, que nos aliamos para hacer valer nuestros derechos respecto a la hambruna y falta de ropa interior limpia a las que nos vemos sometidos. Podría ponerme a apuntar una por demás extensa lista de cosas que me disgustaron o aún me disgustan de mi bro, pero como hoy estoy bueno me concentraré solo en una: el autismo que le generan los videojuegos.
Todo el puto día jugando Neverwinter Nights (Juego de rol online masivo). Ok, estoy consciente que esa clase de juegos son por demás adictivos; yo mismo he sido su víctima en algún momento (el amado-por-G Warcraft 3, que es mezcla de estrategia con RPG), pero lo del pibe ya es grotesco. Cada minuto de su tiempo libre lo pasa sentado frente a la pc, asumiendo el rol de una hembra elfo (0_0), hablando con otros jugadores por horas. Y eso es lo peor del caso, casi no pelea ni se mueve ni nada, solo se queda parado en el medio de la ciudad hablando con un par de pendejos más limados que él, asumiendo los roles de sus personajes, viviendo a través de ellos... Una charla que tenemos con frecuencia podría ser:

H: (habla solo en su habitación y se ríe)
R: (entrando a su habitación, viendo el monitor) "¿En qué andás?"
H: (sin dejar de mirar el juego sigue tipeando) "..."
R: "¿No te cansas de ese juego? Es siempre lo mismo".
H: (sigue tipeando y se rie un poco más) "..."
R: "¿Por qué no hacés algo entretenido?… El flaco ese, tiene cara fea, matalo".
H: (en ningún momento deja de tipear) "Si lo toco me caen todos los caóticos malignos del server a atacarme".
R: "Daaa dejate de joder... ¿Y con quien mierda estás hablando ahora?"
H: "Con uno de los grosos del server, un Clérigo/Monje/Manosanta nivel 36".
R: "Tenía tiempo al pedo el desgraciado. ¿Y que onda con el flaco?"
H: "Estamos organizando en secreto un contra-ataque para la invasión de Drows".
R: "Pero lo que escriben lo leen todos, hasta tus enemigos".
H: "Si, pero se supone que ellos no saben".
R: "Ah... ¿y vos no sos un Drow?
H: "Si, pero mi elfa es una Drow renegada, a diferencia de los Drow comunes la mía le rinde culto a una diosa benigna y puede vivir en la superficie. Entonces hace de espía; se manda encapuchada con los otros Drow, averigua en qué andan y después le cuenta a los humanos".
R: "Osea que los tipos no solo saben que sos su enemigo sino que te pasan por al lado y no te hacen nada, aún sabiendo que sos vos, porque con un click derecho sobre tu personaje ya se dan cuenta quien sos, ¿no?"
H: (Se pone a tipear frenéticamente) "..."
R: "Bleh, una elfa botona, se puso la gorra la turra..."

Cada tanto tengo mis encontronazos con mi hermano, pero dentro de todo nos llevamos bien. Solo me jode que se sumerja tanto en un videojuego y quede completamente aislado de la realidad. Ha llegado a quedarse toda la noche jugando. Y me jode no por lo mal que eso le pueda hacer, sino porque no cumple con sus responsabilidades y eso termina afectándome a mí. Me cambian los horarios, me asignan más trabajo, me cagan a pedo por cosas que no son mi culpa, me retan cada vez que me ven afando grandes cantidades de dinero de la caja, etc.



Dramatización. Viernes 5.30 AM.


En fin, esta es una breve reseña de lo que es mi familia. Por supuesto que hay muchísimos más detallitos de parte de cada uno, pero como podrá imaginarse el astuto lector, cuando estos adorables seres humanos se den cuenta de lo que escribí voy a estar hasta las bolas, así que cuanto menos diga, mejor. Más allá de la desmesurada sarta de idioteces, exageraciones, mentiras y sin-sentidos que ya estoy acostumbrado a escribir, debo aclarar que mi familia, mal o bien, es aceptable y hasta medianamente decente. Tras muchas idas y venidas hemos desarrollado armonía en el caos. Si si, por más contradictoria que suene la expresión "paz caótica", de eso se trata mi vida familiar en estos últimos meses. Y más allá de los usuales rayes de cada uno, los tres se portan muy bien conmigo, a diferencia de lo que pasa con G. Sus métodos son poco éticos, lógicos o sanos, pero siempre se preocuparon por mí y por mi gato, a diferencia de lo que pasa con G. Me quieren, a diferencia de G, que no lo quiere ni su costado narcisista.

Probablemente mi dieta siga siendo una mierda —hasta que aprenda a cocinar mi propia comida— y me resulte incómodo no disponer de ropa o casa limpias -hasta que comience a hacer yo mi propia limpieza—, pero como alguien dijo por ahí, es lo que hay. Bueno, será hasta la próxima vez que tenga ganas de quejarme, de otro tema de ser posible, así me ahorro de tener que estar minimizando cada vez que se cruza alguien... Adieu.

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