¡Que calor! ¡Que lo parió! Hace un año que laburo de cyber guy, y hace un año que el calor me afecta como a una mujer gorda fumadora compulsiva cuyo nombre no diré. Antes podía pasar horas bajo sol veraniego, asoleándome cual iguana. Ahora el más leve aumento en la sensación térmica me deja tirado en el suelo, esforzándome por respirar en un charco de mis propios fluidos corporales. Es por eso que no actualizaba; tipear implica mucho esfuerzo y mi cuerpo levanta temperatura y me expongo a morir por combustión espontánea (primera causa de muerte en Australia).
La tragedia de la semana fue sin duda el asalto a mano armada del que fui victima junto con mi amiga Rox. Que un negro de 15 años abanique un revolver a un metro de tu cara definitivamente te hace pensar que no todo marcha bien en el país. El peaje que pagamos fue darle nuestros amados Motorola c200, pero es una perdida leve comparada con la posibilidad de tener un brain piercing de plomo instalado gratuitamente.
Seh, fue un gran mal momento, pero tras un pequeño retiro espiritual ella y yo estamos mejor, quiero creer. No se, confío en que pronto dejaré de orinarme encima cada vez que alguien me habla, y lo de la agorafobia, no es tan mala una vez que aprendés a disfrutar los numerosos privilegios de vivir encerrado en el cuarto de baño.
He de mencionar una segunda tragedia de la semana, auto inflingida incluso, ¡pero será después de esta breve reseña en vivo y en directo desde el cyber!:
En este preciso instante se encuentra a mi siniestra el espécimen más intrigante de todos los entes que tengo por clientes (valga la involuntaria rima). Se trata nada menos que de un ucraniano, pero no cualquier ucraniano. ¡Este tipo es un automata! No habla, no se mueve, no se rie ni hace nada. Solo se acerca con la boca entreabierta y balbusea “máquina”. Su mirada, celeste y gélida como un glaciar, perdida en la nada, posiblemente percibiendo cosas que nadie puede ver o sabe siquiera que existen. Luego se sentará en su pc, escribirá un extenso mail en un idioma arcaico conocido solo por los de su óscuro culto. Eventualmente se me acercará y dirá “imprimir”, que significa que quiere convertir en material físico un mensaje codificado que recibió de su lider situado en su fortaleza de los los montes Urales. Una vez le eché una ojeada a uno de los textos y lo que leí me llenó de espanto, sospechas y algo de excitación sexual: entre toda esa ensalada de palabras inentendibles de su lengua muerta natal figuraba el nombre “Rodrigo”. Creo que las celulas de la mafia de Europa del Este han llegado a mi lugar de trabajo… Algo se ha iniciado. Solo espero que para cuando la conspiración salga a la luz no sea ya imparable. Yo estoy con los chinos.
Volviendo a la segunda tragedia nacional, fui a ver “Resident Evil: Apocalypse”. Mai Gad. Me sentí sucio tan solo salir de la sala. ¡Quiero que me devuelvan esas dos horas de mi vida!
Estoy caliente, voy a atacar vilmente a la película, voy a hablar sobre el final y sobre todo de todo, así que si no viste la película seguí leyendo así te das cuenta de lo mierda que es y no vas a verla.
Ok, una película basada en un videojuego, uno no espera mucha trama o lógica, ¿no? Bueno, Resident Evil 1 estuvo buena. No le dio mucha bola al videojuego y le fue bastante bien. Pareció romper el dogma de que las películas basadas en juegos apestan siempre. Lamentablemente, todo eso que se ganó con la 1 se perdió en la 2. De hecho, el caso de RE es casi idéntico al de las películas Mortal Kombat. RE2 es MK2, con las mismas escenas de combate boludas y totalmente innecesarias, con personajes vacíos, carentes de gracia, que aparecen solo para saciar la sed pajeril de los fanáticos del videojuego.
Me gusta el juego, y la idea de ver a Jill Valentine en carne y hueso ameritaba llevar una cajita de Cleenex al cine. Por supuesto que lo hice, mas sin embargo, lo que encontré fue triste. Esa mujer no era Jill, era tan solo una perra muy buena a la cual le doy masita de acá hasta que el Sol se apague o muera yo de un ataque al corazón a los quince segundos de verle el escote, lo que suceda primero; pero no era Jill.
La tragedia de la semana fue sin duda el asalto a mano armada del que fui victima junto con mi amiga Rox. Que un negro de 15 años abanique un revolver a un metro de tu cara definitivamente te hace pensar que no todo marcha bien en el país. El peaje que pagamos fue darle nuestros amados Motorola c200, pero es una perdida leve comparada con la posibilidad de tener un brain piercing de plomo instalado gratuitamente.
Seh, fue un gran mal momento, pero tras un pequeño retiro espiritual ella y yo estamos mejor, quiero creer. No se, confío en que pronto dejaré de orinarme encima cada vez que alguien me habla, y lo de la agorafobia, no es tan mala una vez que aprendés a disfrutar los numerosos privilegios de vivir encerrado en el cuarto de baño.
He de mencionar una segunda tragedia de la semana, auto inflingida incluso, ¡pero será después de esta breve reseña en vivo y en directo desde el cyber!:
En este preciso instante se encuentra a mi siniestra el espécimen más intrigante de todos los entes que tengo por clientes (valga la involuntaria rima). Se trata nada menos que de un ucraniano, pero no cualquier ucraniano. ¡Este tipo es un automata! No habla, no se mueve, no se rie ni hace nada. Solo se acerca con la boca entreabierta y balbusea “máquina”. Su mirada, celeste y gélida como un glaciar, perdida en la nada, posiblemente percibiendo cosas que nadie puede ver o sabe siquiera que existen. Luego se sentará en su pc, escribirá un extenso mail en un idioma arcaico conocido solo por los de su óscuro culto. Eventualmente se me acercará y dirá “imprimir”, que significa que quiere convertir en material físico un mensaje codificado que recibió de su lider situado en su fortaleza de los los montes Urales. Una vez le eché una ojeada a uno de los textos y lo que leí me llenó de espanto, sospechas y algo de excitación sexual: entre toda esa ensalada de palabras inentendibles de su lengua muerta natal figuraba el nombre “Rodrigo”. Creo que las celulas de la mafia de Europa del Este han llegado a mi lugar de trabajo… Algo se ha iniciado. Solo espero que para cuando la conspiración salga a la luz no sea ya imparable. Yo estoy con los chinos.
Volviendo a la segunda tragedia nacional, fui a ver “Resident Evil: Apocalypse”. Mai Gad. Me sentí sucio tan solo salir de la sala. ¡Quiero que me devuelvan esas dos horas de mi vida!
Estoy caliente, voy a atacar vilmente a la película, voy a hablar sobre el final y sobre todo de todo, así que si no viste la película seguí leyendo así te das cuenta de lo mierda que es y no vas a verla.
Ok, una película basada en un videojuego, uno no espera mucha trama o lógica, ¿no? Bueno, Resident Evil 1 estuvo buena. No le dio mucha bola al videojuego y le fue bastante bien. Pareció romper el dogma de que las películas basadas en juegos apestan siempre. Lamentablemente, todo eso que se ganó con la 1 se perdió en la 2. De hecho, el caso de RE es casi idéntico al de las películas Mortal Kombat. RE2 es MK2, con las mismas escenas de combate boludas y totalmente innecesarias, con personajes vacíos, carentes de gracia, que aparecen solo para saciar la sed pajeril de los fanáticos del videojuego.
Me gusta el juego, y la idea de ver a Jill Valentine en carne y hueso ameritaba llevar una cajita de Cleenex al cine. Por supuesto que lo hice, mas sin embargo, lo que encontré fue triste. Esa mujer no era Jill, era tan solo una perra muy buena a la cual le doy masita de acá hasta que el Sol se apague o muera yo de un ataque al corazón a los quince segundos de verle el escote, lo que suceda primero; pero no era Jill.
Los personajes eran estereotipados, la trama predecible, los zombies un pequeño problema desatendido. Muchos de los personajes que aparecían en el videojuego solo conservan el nombre, después nada más. Capaz que en playstation Nicholai era un mercenario viejo e hijo de puta que traicionó a sus colegas, pero en la peli es un pendejo con toda la facha, re buena onda y encima lo cagan matando.
La pelea final con el mostro Nemesis es, en dos palabras, es pectacular. En una batalla épica como no se ha visto jamás, la protagonista, Alice, con sus 60 kgs y sus “músculos bioquímicamente mejorados” se enfrenta en un combate cuerpo a cuerpo al tromós Nemesis, con sus 200 kgs de vísceras reanimadas y su sobretodo de cuero negro. No quiero arruinar el resultado, así que solo diré que en un momento Alice logra llegar al corazón de la bestia y ponerla de su lado y en contra de su creador, el malvado empresario con acento alemán.
Y bueh, el final sí que es cualquiera. Alice ya es una especie de Buffy Vampire Slayer que mata a todos sin mirar. Debe haber neutralizado más matones de Umbrella que zombies. Y lo más cómico es que la piba muere pero no muere. WTF? Explico. Al final de cualquier película de acción tenés para elegir entre tres opciones:
1. El protagonista no muere, se queda con la chica (en caso de ser hombre) o adopta al niño (en caso de ser Michael Jackson). Es lo estándar en películas de Jackie Chan.
2. El protagonista tiene una muerte heroica. Ofrece su vida para proteger a una o más personas que por lo general no tienen mayor esperanza de vida que un lemming, pero que por alguna extraña razón son demasiado importantes para alguien/algo/el mundo/el futuro de la humanidad. El protagonista muere, ponen música triste y por nada del mundo resucita. El ejemplo más vivo en mi mente es, por supuesto, el de Matris. Una cagada.
3. El protagonista muere y luego resucita o se da a entender que lo hará en un futuro cercano. Obviamente la resurrección impone sus condiciones, siendo la clausula más importante el revivir en una forma 100% diferente, por lo general la antitesis de lo que se era antes. Si antes eras bueno, ahora sos malo; si antes eras moderado, ahora vivis al palo engrampandote a cualquier cosa con piernas, si antes eras morocho de ojos marrones, ahora tenes el pelo blanco y los ojos lila, etc.
Otra cosa importantisima es que ninguno de tus amigos tienen que saber que reviviste. Tu otro yo murió, ahora sos más malo y groso, no necesitás a esos debiluchos, que serán los que te venzan o vuelvan bueno en la próxima película.
Lo que sucede en este caso es ambiguo. Alice muere para salvar a una pendeja (¿y si no a quien?). Ponen música triste, muestran el fiambre y toda la bola. Después los científicos malos reviven a la mina, quien se pone loca —posiblemente victima de histeria femenina, como observaría el misógino Dr. Freud— y entra a fajar a todos. Después, de la nada aparecen los amigos de Alice y se la llevan. Cómo los flacos supieron que Alice estaba viva y en ese laboratorio secreto vigilado por matones genéricos sin nombre ni apellido es algo que solo el niño Jesús sabe. Pero ojo, en una terrible y definitiva vuelta de tuerca, los científicos aprietan un botón seguramente maligno y un sistema operativo muy parecido al Windows 3.11 comienza a ejecutarse en la cabeza de la mina. Se ha vuelto una entidad biónica, y el hecho es evidente por las columnas aleatorias de unos y ceros que aparecen en su campo visual. ¿Qué mejor forma de hacer saber que alguien es una entidad biónica que esparciendo un montón de inútiles unos y ceros en su campo visual?
“Resident Evil: Apocalypse” es una de esas películas que te hacen buscar reviews en internet solo para saber que no sos el único al que le pareció que apestaba, que no estás solo en este mundo. RE2 une a la gente en su rechazo por las películas de videojuegos, donde importa mucho más que aparezca el personaje vestido igual que en el game a que haya una trama decente o cuando menos un orden coherente de los sucesos. Tuve la suerte de ver la peli solo en un cine casi vacio, así que desconozco la opinión del público general y vulgar. Yo sentí que parte de mi alma moría cuando el logotipo de Umbrella inc. aparecía en los ojos de Alice después de volverla “mala”.
El pensamiento que me quedó tras verla fue “¿en qué estaba pensando esta gente? ¿Esperaban que el público acepte una película donde reemplazan toda la trama y relaciones entre los personajes por escenas de acción con arneses y tiempo bala?”. En fin, una lastima. No la vean, y si ya la vieron, arañense los ojos.
Se me murió el host de Ciudad y no puedo subir fotos. Sigo con calor y el cyber sigue lleno de pendejos. Cada treinta segundos escucho un “¿me guardás/pasás los saves?”. Help. :(
Y bueh, el final sí que es cualquiera. Alice ya es una especie de Buffy Vampire Slayer que mata a todos sin mirar. Debe haber neutralizado más matones de Umbrella que zombies. Y lo más cómico es que la piba muere pero no muere. WTF? Explico. Al final de cualquier película de acción tenés para elegir entre tres opciones:
1. El protagonista no muere, se queda con la chica (en caso de ser hombre) o adopta al niño (en caso de ser Michael Jackson). Es lo estándar en películas de Jackie Chan.
2. El protagonista tiene una muerte heroica. Ofrece su vida para proteger a una o más personas que por lo general no tienen mayor esperanza de vida que un lemming, pero que por alguna extraña razón son demasiado importantes para alguien/algo/el mundo/el futuro de la humanidad. El protagonista muere, ponen música triste y por nada del mundo resucita. El ejemplo más vivo en mi mente es, por supuesto, el de Matris. Una cagada.
3. El protagonista muere y luego resucita o se da a entender que lo hará en un futuro cercano. Obviamente la resurrección impone sus condiciones, siendo la clausula más importante el revivir en una forma 100% diferente, por lo general la antitesis de lo que se era antes. Si antes eras bueno, ahora sos malo; si antes eras moderado, ahora vivis al palo engrampandote a cualquier cosa con piernas, si antes eras morocho de ojos marrones, ahora tenes el pelo blanco y los ojos lila, etc.
Otra cosa importantisima es que ninguno de tus amigos tienen que saber que reviviste. Tu otro yo murió, ahora sos más malo y groso, no necesitás a esos debiluchos, que serán los que te venzan o vuelvan bueno en la próxima película.
Lo que sucede en este caso es ambiguo. Alice muere para salvar a una pendeja (¿y si no a quien?). Ponen música triste, muestran el fiambre y toda la bola. Después los científicos malos reviven a la mina, quien se pone loca —posiblemente victima de histeria femenina, como observaría el misógino Dr. Freud— y entra a fajar a todos. Después, de la nada aparecen los amigos de Alice y se la llevan. Cómo los flacos supieron que Alice estaba viva y en ese laboratorio secreto vigilado por matones genéricos sin nombre ni apellido es algo que solo el niño Jesús sabe. Pero ojo, en una terrible y definitiva vuelta de tuerca, los científicos aprietan un botón seguramente maligno y un sistema operativo muy parecido al Windows 3.11 comienza a ejecutarse en la cabeza de la mina. Se ha vuelto una entidad biónica, y el hecho es evidente por las columnas aleatorias de unos y ceros que aparecen en su campo visual. ¿Qué mejor forma de hacer saber que alguien es una entidad biónica que esparciendo un montón de inútiles unos y ceros en su campo visual?
“Resident Evil: Apocalypse” es una de esas películas que te hacen buscar reviews en internet solo para saber que no sos el único al que le pareció que apestaba, que no estás solo en este mundo. RE2 une a la gente en su rechazo por las películas de videojuegos, donde importa mucho más que aparezca el personaje vestido igual que en el game a que haya una trama decente o cuando menos un orden coherente de los sucesos. Tuve la suerte de ver la peli solo en un cine casi vacio, así que desconozco la opinión del público general y vulgar. Yo sentí que parte de mi alma moría cuando el logotipo de Umbrella inc. aparecía en los ojos de Alice después de volverla “mala”.
El pensamiento que me quedó tras verla fue “¿en qué estaba pensando esta gente? ¿Esperaban que el público acepte una película donde reemplazan toda la trama y relaciones entre los personajes por escenas de acción con arneses y tiempo bala?”. En fin, una lastima. No la vean, y si ya la vieron, arañense los ojos.
Se me murió el host de Ciudad y no puedo subir fotos. Sigo con calor y el cyber sigue lleno de pendejos. Cada treinta segundos escucho un “¿me guardás/pasás los saves?”. Help. :(
No hay comentarios.:
Publicar un comentario