Arf, odio las vacaciones. Demasiados pendejos en mi negocio, demasiados kabezas en la vía pública, demasiado poco que hacer. No me gusta parecer un llorica, pero ¿para que sirve un blog sino para lloriquear por trivialidades de tu vida que a nadie le interesan? Ok, no voy a hablar de como estuve pintando/remodelando mi depto, como no fui a ver la novena sinfonía en el centro o como hice un dragoncito óptico que mueve la cabeza y me mira. En vez de eso hablaré de… hmm… a ver que dan en la tele… Bleh, canal 2, nido de zurdos.
¡Se viene la Navidá se viene! (y si, tenía que robar con el espíritu navideño, es la fecha). ¿Qué le pidieron a Papa Noel? ¿Un autito de juguete? ¿Un autito de verdad? ¿Un autito de verdad reducido a una amorfa masa de fierros oxidados retorcidos tras ser arrollado por el ferrocarril Belgrano muriendo los cuatro pasajeros en el acto? ¿Un frasquito de ansiolíticos? Sí, gracias.
Pues en mi caso, nada. Se me dirá que a los veintiún años no puedo andar pretendiendo regalitos de Navidád, a lo cual objetaré sabiamente con un “chupala forro”, o forra, según sea el caso.
Lo cierto es que en mi familia se fue implementando una cultura de no hacernos regalos. De alguna manera pareciera que cuando regalamos algo a alguien es solo bajo la condición de que el servicio nos sea devuelto en el futuro cercano. La frágil economía doméstica y el hecho de tener que verles la cara todos los días hace que uno vaya perdiendo interés en dar —o incluso hasta en recibir— regalos. Así es como sin que me de igual la llegada de las fiestas, tampoco ansío ver que encuentro bajo el arbolito. Probablemente sea lo mismo que el año pasado.
Pero ya habrá tiempo para escribir sobre el aniversario del nacimiento de Jebús, o Buda o como sea que llame. Mucho más relevante me parece el MSN.
¿Ha notado, oh respetable lector, como el MSN hace mierda la comunicación? En persona tengo hermosas charlas con las poquísimas personas que aprecio, pero por MSN nada, cero, vacío, gracias vuelva pronto. Todos esos mensajes hermosos que puedan llegar a salir de los labios de uno se ven completamente banalizados al convertirse en texto de un mensajero instantáneo. TODO. Un “te quiero” dicho cara a cara cuesta toneladas de decisión y coraje (lease bolas). La misma frase escrita en el MSN es completamente hueca, sin peso ni emoción… No me gustan las charlas vacías y triviales. En persona puedo disimular y fingir interés mientras digo “ajá”, pero por MSN caigo víctima de mi verborragia… eso me ha costado varios “enojos” por parte de mis contactos. Y he ahí el problema, los que se toman en serio al MSN. Imaginemos un par de escenarios:
Tuve un mal día. Me conecto un toque para ver si están on line un par de personas. Inmediatamente después se abren 3 charlas, una de ellas de varias personas. Si les corto sin hablar soy un forro. Si les explico que no tengo ganas de hablar no quedo mucho mejor. ¿Tengo que hablarles necesariamente?
Otra, ponele que te conectás dispuesto a charlar con algunas personas, pero no con otras. Esas personas con las que NO querés hablar tienen ADSL y están conectados todo el día porque no tienen absolutamente nada mejor que hacer que contarte sobre los mp3 que se bajaron. ¿Les ponés no-admisión? Las chances son que esos contactos sean de los que una vez al día pasan el “MSN block detector” para ver quien los borró/quitó admisión. La explicación que tenés que darle (como si le debieras algo al flaco) siempre te deja mal parado.
Me gusta mantener mi lista de contactos reducida, más que nada por cuestiones estéticas. A los que se me van agregando, si llevo tiempo sin hablarles, los voy borrando. No les quito admisión, solo los borro, para que si me quieren hablar puedan hacerlo. Por supuesto nunca falta el BOLUDO que se toma esto como una ofensa personal y te manda un mensajito del orden de “gracias por borrarme, se aprecia”. A esa gente en particular (si estás leyendo sabelo que me refiero principalmente a VOS) les recomiendo encarecidamente que se acerquen al placard de su madre, se pongan uno de sus vestidos y sus zapatos y se disfracen de la reputisima madre que los parió. ;)
¡Se viene la Navidá se viene! (y si, tenía que robar con el espíritu navideño, es la fecha). ¿Qué le pidieron a Papa Noel? ¿Un autito de juguete? ¿Un autito de verdad? ¿Un autito de verdad reducido a una amorfa masa de fierros oxidados retorcidos tras ser arrollado por el ferrocarril Belgrano muriendo los cuatro pasajeros en el acto? ¿Un frasquito de ansiolíticos? Sí, gracias.
Pues en mi caso, nada. Se me dirá que a los veintiún años no puedo andar pretendiendo regalitos de Navidád, a lo cual objetaré sabiamente con un “chupala forro”, o forra, según sea el caso.
Lo cierto es que en mi familia se fue implementando una cultura de no hacernos regalos. De alguna manera pareciera que cuando regalamos algo a alguien es solo bajo la condición de que el servicio nos sea devuelto en el futuro cercano. La frágil economía doméstica y el hecho de tener que verles la cara todos los días hace que uno vaya perdiendo interés en dar —o incluso hasta en recibir— regalos. Así es como sin que me de igual la llegada de las fiestas, tampoco ansío ver que encuentro bajo el arbolito. Probablemente sea lo mismo que el año pasado.
Pero ya habrá tiempo para escribir sobre el aniversario del nacimiento de Jebús, o Buda o como sea que llame. Mucho más relevante me parece el MSN.
¿Ha notado, oh respetable lector, como el MSN hace mierda la comunicación? En persona tengo hermosas charlas con las poquísimas personas que aprecio, pero por MSN nada, cero, vacío, gracias vuelva pronto. Todos esos mensajes hermosos que puedan llegar a salir de los labios de uno se ven completamente banalizados al convertirse en texto de un mensajero instantáneo. TODO. Un “te quiero” dicho cara a cara cuesta toneladas de decisión y coraje (lease bolas). La misma frase escrita en el MSN es completamente hueca, sin peso ni emoción… No me gustan las charlas vacías y triviales. En persona puedo disimular y fingir interés mientras digo “ajá”, pero por MSN caigo víctima de mi verborragia… eso me ha costado varios “enojos” por parte de mis contactos. Y he ahí el problema, los que se toman en serio al MSN. Imaginemos un par de escenarios:
Tuve un mal día. Me conecto un toque para ver si están on line un par de personas. Inmediatamente después se abren 3 charlas, una de ellas de varias personas. Si les corto sin hablar soy un forro. Si les explico que no tengo ganas de hablar no quedo mucho mejor. ¿Tengo que hablarles necesariamente?
Otra, ponele que te conectás dispuesto a charlar con algunas personas, pero no con otras. Esas personas con las que NO querés hablar tienen ADSL y están conectados todo el día porque no tienen absolutamente nada mejor que hacer que contarte sobre los mp3 que se bajaron. ¿Les ponés no-admisión? Las chances son que esos contactos sean de los que una vez al día pasan el “MSN block detector” para ver quien los borró/quitó admisión. La explicación que tenés que darle (como si le debieras algo al flaco) siempre te deja mal parado.
Me gusta mantener mi lista de contactos reducida, más que nada por cuestiones estéticas. A los que se me van agregando, si llevo tiempo sin hablarles, los voy borrando. No les quito admisión, solo los borro, para que si me quieren hablar puedan hacerlo. Por supuesto nunca falta el BOLUDO que se toma esto como una ofensa personal y te manda un mensajito del orden de “gracias por borrarme, se aprecia”. A esa gente en particular (si estás leyendo sabelo que me refiero principalmente a VOS) les recomiendo encarecidamente que se acerquen al placard de su madre, se pongan uno de sus vestidos y sus zapatos y se disfracen de la reputisima madre que los parió. ;)
Dejame de joder, si el MSN es de uno, que problema se hacen con que uno los borre. Además, si los borro y no les digo nada deberían agradecerlo, o acaso prefieren que les diga algo como “che, no te lo tomes a mal, pero casi no te conozco, tenemos poco en común, no hablamos nunca y me rompe soberanamente las bolas ver la ventanita de que te conectaste cada vez que reiniciás la pc porque tenés ADSL y estás todo el puto día on line, así que te voy a borrar. Además, no me gusta tu nick, tiene muchos smilies”. Creo que eso les jodería más que simplemente una borrada silenciosa e indolora. Es como desenchufar a un familiar en estado vegetativo; en el fondo sabés que nunca más se va a levantar.
El MSN es una mierda. En persona podés llevarte re bien con tu novia/shica/gato. Podés hablarle durante horas, divertirte, pasarla bien… Pero por MSN a partir de la segunda semana te quedas sin tema a los 15 minutos de conversación. Ese es el primer paso a la separación, división de bienes y tenencia de los chicos, chantaje con fotografías mías donde se me ve acostándome con dos hombres, homicidio mafioso para que “parezca un accidente” y un suicidio fingido para posteriormente pasar los restos de mi vida en Santiago de Chile bajo el nombre de Fabricio Rocatagliata.
Todas estas cosas —sumadas a mi reciente obsesión por lamer paredes— han hecho que pierda interés en el MSN. Me conecto tan solo un ratito al día solo para ver los mails que nadie me envía y… Y Gerardo Rossín tiene menos gracia que un secarropas. Diós, ¡¿en qué carajo estaban pensando?! ¡Es una mentira ese flaco! Quiere hacerse el David Letterman y NO le sale.
Anyway, dejando de lado el imposible-de-descifrar mensaje subliminal, este es el peor update que escribí en mi vida. No me culpen, estoy necesitado de afecto. Necesito una novia. ¿Alguien se ofrece?…
(…)
Ok, ok…
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